La nutrición es un factor medioambiental clave en el desarrollo de enfermedades complejas, por ello, la nutrigenética y la nutriogenómica cada vez cobra mayor importancia como herramientas de prevención y tratamiento.

¿Qué analizamos?

En esta prueba genética, se analiza el ADN extraído de muestras de sangre o saliva, con el fin de estudiar la variación genética individual en 107 variantes genéticas de 75 loci (Posición fija de un gen en un cromosoma).

Además, incluye un estudio inmunológico detallado de alergías e intolerancais mediadas por igG sobre los 46 alimentos más destacados frente a los cuales el paciente podría llegar a presentar cierta intolerancia.

Toda esta información queda reflejada en estas 5 áreas de actuación:

¿Cómo funciona este test?

La genotipificación se realiza utilizando un microchip de ADN en una plataforma de alta tecnlogía que combina las ventajas de la utilización de cebadores específicos con la espectrometría de masas MALDI-TOF.

Las asociaciones identificadas entre los genes estudiados y la respuesta del organismo a la ingesta de alimentos o el riesgo genético que predispone a padecer distintas enfermedades, se apoyan en estudios científocs validados.

¿Qué ofrece esta prueba genética?

Con un enfoque innovador de la medicina personalizada, aporta:
1. Visión global e integrada del perfil genético de cada individuo.
2. Información genética práctica y sencilla que tiene impacto en la vida diaria del paciente.
3. Plan de acción detallado y diseñado en base a la información del genoma individual de cada paciente. Estas recomendaciones son útiles para evitar restricciones nutricionales innecesarias y permite elaborar planes nutricionales que se adecuan al metabolismo de cada individuo, facilitando así el alcance de unos objetivos a largo plazo.